Los seguros de vida son herramientas financieras valiosas que ofrecen protección y tranquilidad a las familias. Sin embargo, alrededor de ellos circulan varios mitos que pueden generar confusión y hacer que algunas personas duden de su utilidad.
En este artículo desmentiremos algunos de los más comunes y aclararemos por qué son una inversión que vale la pena. ¡Sigue leyendo!
La realidad es que hoy existen pólizas que se adaptan tanto a tus necesidades como a tus posibilidades económicas. Contratar un seguro de vida no solo es más accesible de lo que parece, sino que representa un respaldo valioso para tus seres queridos si llegas a faltar.
Planificar con anticipación te permite encontrar una opción que te ofrezca la protección adecuada sin afectar tu presupuesto. Factores como la edad, el sexo, el plazo de cobertura y el tiempo de pago influyen en el costo de la prima. Aunque una cobertura más prolongada suele requerir un mayor aporte, los planes son flexibles y pueden ajustarse a lo que tú necesitas.
Un mito común es pensar que las mujeres pagan más por un seguro de vida solo porque tienen una mayor esperanza de vida. Sin embargo, en Guatemala esto no siempre es así. El costo de la prima depende de varios factores como la edad, el estado de salud, los hábitos diarios y el tipo de cobertura contratada.
De hecho, contratar una póliza a una edad temprana puede significar una prima más baja, tanto para hombres como para mujeres. Y aunque parezca contradictorio, una mayor expectativa de vida tiende a reducir el costo del seguro. En promedio, las mujeres viven unos cinco años más que los hombres, lo que en muchos casos puede traducirse en primas más accesibles.
Un mito común es pensar que los seguros de vida solo tienen valor en caso de fallecimiento, lo que hace que muchas personas subestimen su verdadero alcance. Sin embargo, existen pólizas que ofrecen beneficios adicionales, como la posibilidad de recibir una indemnización en caso de incapacidad, o incluso de funcionar como un fondo de ahorro.
Algunas opciones permiten recuperar parte de lo aportado si no se hace uso del seguro durante el período de cobertura, descontando únicamente los gastos administrativos. Mientras que los planes tradicionales cubren principalmente el riesgo de fallecimiento, en Aseguradora General contamos con GENte Segura, un plan que también cubre el riesgo de sobrevivencia. Gracias al ahorro que genera, este seguro puede transformarse en un fondo para tu jubilación o en una renta vitalicia, brindándote respaldo en vida y no solo en momentos críticos.
Algunas personas creen que si no tienen hijos o dependientes no necesitan un seguro de vida, pero esto es un mito. Este tipo de cobertura no solo protege a quienes dependen de ti, también puede cubrir gastos imprevistos, como los servicios funerarios, evitando que esa carga recaiga en familiares o amigos.
Además, cuando el seguro incluye un componente de ahorro, se convierte en una herramienta financiera útil incluso para quien lo contrata. Hoy en día, también se utiliza como garantía para respaldar créditos personales, lo que puede facilitar el acceso a financiamiento y mejorar tus condiciones al solicitar un préstamo.
Estos son algunos de los mitos más comunes que circulan alrededor de los seguros de vida. Como puedes ver, contar con una póliza de este tipo es una decisión inteligente que va más allá de proteger a los seres queridos; es una inversión en tu futuro financiero.
GENteSegura es una opción que no solo te brinda la tranquilidad de un seguro de vida, sino que también funciona como un fondo de ahorro. ¿Te gustaría conocer más? Haz clic en la imagen de abajo y solicita más información.