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La emoción de tener tu carro propio es inevitable. Sin embargo, no todo puede quedarse en ese sentimiento. Desde el comienzo es necesario que protejas tu inversión y tu bienestar. Quizás te irán surgiendo dudas como, ¿qué trámites debo hacer?, ¿cómo protegerme en caso de accidentes? Resolver este tipo de preguntas te evitará complicaciones en el futuro.
Te hemos preparado una guía rápida para que conozcas las cuatro primeras acciones que debes tomar para manejar sin temores. ¿Las revisamos juntos?
El primer paso es asegurarte de que el vehículo esté legalmente a tu nombre. En el caso de que el auto haya tenido un dueño previo y siga registrado con sus datos, cualquier multa, accidente o inconveniente legal puede afectar a esa persona. Si no llegas a hacerlo, es probable que te expongas a problemas y también podrías tener dificultades para adquirir una póliza o venderlo en el futuro.
El traspaso o registro debe hacerse ante la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT). Dentro de su portal web podrás encontrar todos los pasos a seguir, como la emisión de la tarjeta de circulación, que deberás portar siempre, y la obtención del certificado de propiedad.
Conducir sin seguro es un riesgo que puede salirte caro. En caso de accidentes deberás asumir todos los gastos por daños propios y a terceros. Sin duda, esto puede afectar tu estabilidad financiera, tu bienestar y dejarte sin carro por un largo período si no anticipas esta situación.
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Según un estudio conducido por Motortec Madrid, IFEMA y GiPA, un 42% de los vehículos que no reciben mantenimiento tienen más problemas mecánicos a mediano y largo plazo. Tu carro es una inversión que merece cuidado. Revisar niveles de aceite, calibrar llantas, cambiar filtros y respetar las revisiones periódicas puede prevenir daños costosos en el futuro. Si desde el inicio haces del mantenimiento una rutina, tendrá mejor rendimiento y mayor vida útil. ¡Cuídalo y aprovecha todo lo que tiene para ofrecerte!
Manejar tu auto te dará una de las mejores sensaciones: libertad de movimiento y orgullo por alcanzar una nueva meta. Empieza por conocer cómo responde el vehículo, eligiendo una buena ruta y acostumbrándote a sus reacciones. Al mismo tiempo, mantén la responsabilidad al volante y sigue las normas de tránsito.
Comprar carro es solo el inicio. Cuidarlo desde el primer día es lo que verdaderamente hará que la experiencia valga la pena. Pon en práctica estas recomendaciones y recorre los caminos sin preocupaciones.
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